National Research Center for Parents with Disabilities

La conversación: ¿Reciben las mujeres con discapacidades cognitivas suficiente información sobre la anticoncepción antes de tener relaciones sexuales?

Eun Ha Namkung, Anne Valentine, Lee Warner y Monika Mitra · agosto 2021

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Introducción 

Las mujeres jóvenes con discapacidades cognitivas tienen menos probabilidades de recibir educación sexual formal que sus homólogas sin discapacidades. Esto significa que tal vez no sepan cómo tener relaciones sexuales de maneras más seguras. Por ejemplo, la primera experiencia de relaciones sexuales de muchas mujeres puede ser sin protección porque nunca se les enseñaron los métodos anticonceptivos. El acceso limitado a anticonceptivos también puede llevar a prácticas sexuales de más riesgo entre las mujeres con discapacidades cognitivas. 

Este estudio examinó . . . 

  • si las mujeres con discapacidades (cognitivas y no cognitivas) habían recibido educación sexual formal en la misma proporción que las mujeres sin discapacidades, y
  • si las diferencias en la educación sexual habían influido en el uso de anticonceptivos por parte de las mujeres con y sin discapacidades. 

Los estudios anteriores han descubierto que las mujeres en edad reproductiva con discapacidades cognitivas o físicas tienen menos probabilidades de usar tipos específicos de anticonceptivos, incluidos los dispositivos intrauterinos y los implantes, las píldoras anticonceptivas y los parches anticonceptivos. Las mujeres con discapacidades cognitivas tienen menos probabilidades de utilizar cualquier clase de anticonceptivo. Sin embargo, este estudio no encontró una diferencia significativa entre las mujeres con discapacidades cognitivas y las mujeres con otras discapacidades que no utilizaron métodos anticonceptivos cuando tuvieron relaciones sexuales por primera vez. Esto puede deberse a que el estudio sólo incluyó a mujeres cuya primera relación sexual fue voluntaria. 

Antecedentes 

Las mujeres con discapacidades tienen relaciones sexuales a tasas similares a las de las mujeres sin discapacidades, y empiezan a tenerlas a la misma edad, o algo antes, que sus homólogas sin discapacidades. Pero las mujeres sexualmente activas con discapacidades cognitivas en la adolescencia y en la veintena pueden no recibir una educación sexual tan completa como las mujeres sin discapacidades. Como resultado, las mujeres con discapacidades cognitivas pueden tener menos probabilidades de estar informadas sobre temas como las enfermedades de transmisión sexual o el consentimiento. 

Los educadores y los profesionales de la salud deben enseñarles a los jóvenes con discapacidades formas más seguras de tener relaciones sexuales, y deben reforzar sus conocimientos. También deben asegurar que las personas con discapacidades sepan encontrar y utilizar los métodos anticonceptivos, y deben eliminar otros obstáculos para que practiquen relaciones sexuales más seguras. Por ejemplo, las mujeres con discapacidades cognitivas tal vez carezcan de dinero para costear los anticonceptivos, y algunos profesionales médicos suponen erróneamente que no tienen o no están interesadas en tener relaciones sexuales. 

Conclusiones 

Descubrimos que las mujeres jóvenes con discapacidades cognitivas (en comparación con las mujeres y sin discapacidades) tenían menos probabilidades de recibir información sobre seis temas de educación sexual formal: cómo decir no al sexo, métodos anticonceptivos, dónde conseguirlos, cómo usar un condón, enfermedades de transmisión sexual, y cómo evitar el VIH y el SIDA.

Una de cada diez mujeres con discapacidades cognitivas dijo que su primera experiencia de relaciones sexuales fue involuntaria, mientras que sólo una de cada veinte mujeres sin discapacidades tuvo una primera relación sexual no consentida. 

Hemos aprendido otras tres lecciones del estudio:

En comparación con las mujeres sin discapacidades, las jóvenes con discapacidades cognitivas tenían menos probabilidades de saber cómo decir no a las relaciones sexuales o de usar un condón, de estar informadas sobre los métodos anticonceptivos y dónde encontrarlos, y sobre enfermedades de transmisión sexual como la clamidia, el herpes o el VIH y el SIDA.

Cuando incluimos a las mujeres cuya primera experiencia sexual fue sin su consentimiento, descubrimos que las mujeres con discapacidades cognitivas tenían más probabilidades de haber sido violadas la primera vez. Una de cada diez mujeres con discapacidades cognitivas dijo que su primera experiencia de relaciones sexuales fue involuntaria, mientras que sólo una de cada veinte mujeres sin discapacidades tuvo una primera relación sexual no consentida.

Las mujeres con discapacidades cognitivas también tenían más probabilidades de tener relaciones sexuales a una edad más temprana que las mujeres sin discapacidades. Además, era probable que tuvieran su primera relación sexual fuera de una relación romántica estable.

Implicaciones políticas

La educación sexual formal por parte de los maestros, los profesionales de la salud y otros debe ser accesible y completa para todos los estudiantes. Como los jóvenes con discapacidades tienen relaciones sexuales a una edad más temprana y tienen más probabilidades de ser víctimas de agresión sexual, tal vez necesiten recibir una educación sexual completa antes que sus pares. Aprender antes sobre las formas más seguras de tener relaciones sexuales puede fomentar el uso de métodos anticonceptivos. Los investigadores también deberían estudiar otros obstáculos al uso de anticonceptivos, por ejemplo, dificultades para encontrar o costear un método anticonceptivo o condones, o profesionales médicos con información limitada sobre las discapacidades y la actividad sexual. 

La educación sexual formal por parte de los maestros, los profesionales de la salud y otros debe ser accesible y completa para todos los estudiantes. 

Las mujeres con discapacidades son vulnerables a la agresión sexual. Esto sugiere que ofrecer una educación sexual integral tal vez sea algo especialmente urgente. Los maestros de educación especial deberían colaborar con los expertos en salud sexual para que puedan enseñarles a sus alumnos las formas más seguras de tener relaciones sexuales. Los distritos escolares también deberían examinar el plan de estudios de educación sexual para asegurar que el contenido sea apropiado y eficaz para todos los estudiantes con discapacidades. 

Métodos

Utilizando la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de 2011-2017, el estudio analizó los datos de 2.861 mujeres de 18 a 24 años de edad de tres grupos: con discapacidades cognitivas, con discapacidades de otro tipo y sin discapacidades. Cada una de las mujeres seleccionadas para el estudio había tenido una primera relación sexual voluntaria con un varón. A las participantes en la encuesta se les hicieron las seis preguntas estándar de la Oficina del Censo de EE.UU. para determinar su discapacidad y si habían recibido educación sexual formal antes de la primera relación sexual, dividida en seis temas de instrucción. Por último, a las participantes se les preguntó si habían usado un anticonceptivo en la primera relación sexual. Del estudio, el 80 % de las mujeres no tenía ninguna discapacidad, el 14 % tenía una discapacidad cognitiva y el 6 % tenía una discapacidad no cognitiva.

Bibliografía 

Breuner, C., Mattson, G., Adolescence, C., y Committee On Psychosocial Aspects Of Child And Family Health. (2016, August 01). Sexuality education for children and adolescents. Pediatrics, 138(2), e20161348. DOI: https://doi.org/10.1542/peds.2016-1348 

Adaptado por el Centro Nacional de Investigación para Padres con Discapacidades from Namkung, E. H., Valentine, A., & Warner, L., & Mitra, M. (2021). Contraceptive use at first sexual intercourse among adolescent and young adult women with disabilities: The role of formal sex education. Contraception, 103(3), 178–184. https://doi.org/10.1016/j.contraception.2020.12.007 

Descargo de la Responsabilidad 

El Centro Nacional de Investigación para Padres con Discapacidades recibe financiamento del Instituto Nacional para la Discapacidad, la Vida Independiente y la Investigación de Rehabilitación (NIDILRR, por sus siglas en inglés), Subvención # 90DPGE0001. Las opiniones y conclusiones en este informe son exclusivamente nuestras, y no se debe interpretar como representivas del Instituto Nacional para la Discapacidad, Vida Independiente y la Investigación de Rehabilitación.