National Research Center for Parents with Disabilities

Visitas a salas de emergencia de bebés nacidos de madres con discapacidades

Introducción

Las mujeres con discapacidades tienen cada vez más probabilidades de quedar embarazadas y de tener hijos.1 A medida que más mujeres discapacitadas se convierten en madres, se vuelve más aparente la necesidad de que los profesionales médicos comprendan sus necesidades de salud y de atención médica. Los estudios han demostrado que los bebés de las mujeres con enfermedades crónicas y discapacidades físicas, psiquiátricas e intelectuales tienen más probabilidades de ser prematuros, de ser pequeños para su edad gestacional (su edad desde la concepción, más que desde el nacimiento) o de tener un bajo peso al nacer.2,3 Para este estudio, queríamos saber si existía una relación entre estas complicaciones del nacimiento y la probabilidad de que las madres llevaran a sus hijos a la sala de emergencias.

Nuestros objetivos eran

  • Comparar las tasas de visitas a salas de emergencias de los bebés de mujeres discapacitadas y no discapacitadas
  • Examinar las tasas de visitas a salas de emergencias de las mujeres con diferentes discapacidades
  • Identificar la razón y la gravedad de las visitas a salas de emergencias por discapacidad materna y estado de salud de fondo

Conclusiones

  • Entre las mujeres con discapacidades, aproximadamente una cuarta parte tenían discapacidades psiquiátricas o cognitivas, mientras que un número similar tenía problemas circulatorios y aproximadamente una de cada cinco mujeres tenían otros diagnósticos físicos.
  • Las mujeres con discapacidades tenían más probabilidades de ser madres adolescentes.
  • Las mujeres con discapacidades tenían menos educación que las mujeres sin discapacidades. Mientras que alrededor de dos tercios de las mujeres sin discapacidades tenían al menos algo de educación universitaria, sólo la mitad de las mujeres con discapacidades, aproximadamente, asistían a la universidad.
  • Las mujeres con afecciones psiquiátricas o cognitivas múltiples y una discapacidad física eran las que tenían más probabilidades de ser madres adolescentes y de tener niveles de educación más bajos.
  • Las mujeres con discapacidades y sus hijos tenían más probabilidades de tener un seguro financiado con fondos públicos, como Medicaid o Medicare, en el momento del nacimiento.
  • Las mujeres con discapacidades tenían más probabilidades de ser blancas no hispanas (80 %) o negras (11 %) y menos probabilidades de pertenecer a una lista de razas o etnias de la categoría “Otra” (3 %) que las mujeres sin discapacidades. Las mujeres sin discapacidades eran un 68 % blancas no hispanas, un 9 % negras no hispanas y un 9 % de la categoría “otra”.
  • Las mujeres con discapacidades tenían aproximadamente el doble de probabilidades de llevar a sus hijos a la sala de emergencias que las mujeres sin discapacidades.
  • Los bebés de madres con discapacidades tenían más probabilidades de ser gemelos, trillizos u otros nacimientos múltiples.
  • Los bebés de madres con discapacidades tenían estancias más largas en las salas de emergencias.
  • Los bebés de madres con discapacidades tenían más probabilidades de ser pequeños para su edad gestacional o de tener un bajo peso al nacer.
  • Los niños prematuros de madres con discapacidades tenían menos probabilidades que la población general de ser llevados a una sala de emergencias.
  • Los bebés prematuros de madres con discapacidades cognitivas o psiquiátricas iban a la sala de emergencias más a menudo.

Todos los bebés tenían más probabilidades de ir a la sala de emergencias por enfermedades respiratorias, seguidas de síntomas, signos y afecciones y lesiones no especificados. Independientemente de la gravedad de la visita, tanto los bebés a término como los prematuros de madres con discapacidades tenían más probabilidades de ir a una sala de emergencias. Las visitas más graves eran más comunes entre los bebés de madres con discapacidades psiquiátricas o cognitivas, solas o con una afección física.

Todos los bebés tenían más probabilidades de ir a la sala de emergencias por enfermedades respiratorias, seguidas de síntomas, signos y afecciones y lesiones no especificados. Las visitas más graves eran más comunes entre los bebés de madres con discapacidades psiquiátricas o cognitivas, solas o con una afección física. Independientemente de la gravedad de la visita, tanto los bebés a término como los prematuros de madres con discapacidades tenían más probabilidades de ir a una sala de emergencias.

Los bebés prematuros cuyas madres tenían discapacidades tenían menos probabilidades de ser llevados a la sala de emergencias que la población general. Sin embargo, los bebés prematuros de madres con discapacidades cognitivas o psiquiátricas tenían la tasa más alta de visitas a salas de emergencias.

Los bebés de mujeres con discapacidades psiquiátricas, tanto si ocurrían solas o con una afección física, tenían la tasa más alta de visitas a una sala de emergencias. El estatus socioeconómico puede afectar la frecuencia con la que las madres llevan a sus bebés a una sala de emergencias. Los niños pobres tienen más probabilidades de ser llevados a una sala de emergencias porque es menos probable que tengan un acceso continuo a la atención médica. Los niños pobres también tienen más probabilidades de padecer enfermedades que afectan a los pulmones, como neumonía, bronquitis y tuberculosis.

Las diferencias en las características de las madres no explican totalmente por qué es más probable que lleven a sus hijos a una sala de emergencias. Después de considerar los datos demográficos, los bebés nacidos a término de madres con diagnósticos musculoesqueléticos tenían el mayor riesgo de visitas a una sala de emergencias. Este riesgo era casi un 30 % más alto que el de los bebés de madres no discapacitadas. Los bebés de madres con discapacidades sensoriales y neurológicas también tenían más probabilidades de usar una sala de emergencias. Las madres pueden llevar a sus bebés a la sala de emergencias debido a sus propias necesidades de salud. Por ejemplo, la dificultad de las madres para controlar el dolor crónico se ha relacionado con las visitas a salas de emergencias. Las madres pueden tener dificultades para manejar su dolor y criar a sus hijos al mismo tiempo. Su familiaridad con sus propias necesidades de salud también puede volverlas más sensibles a la angustia de sus bebés. Las madres que usan una sala de emergencias con frecuencia también pueden tener más probabilidades de llevar a sus hijos a una sala de emergencias.

Estos hallazgos corroboran la necesidad de que la atención pediátrica considere las necesidades de toda la familia. Como se señala en el informe de 2003 del Grupo de Tareas sobre la Familia, de la Academia Americana de Pediatría, “La salud y el bienestar de los niños están inextricablemente ligados a la salud física, emocional y social, a las circunstancias sociales y a las prácticas de crianza de los hijos”.4 Las madres con discapacidades que deben equilibrar sus propias necesidades con las de sus hijos se beneficiarían de una atención más coordinada que considere las necesidades de todos.

Cómo se realizó el estudio

Utilizamos un conjunto de datos llamado Sistema de datos longitudinales del embarazo a la vida temprana de Massachusetts de 2007-2010, o PELL, por sus siglas en inglés. Esos registros incluían información sobre visitas a hospitales, de niños nacidos entre 2007 y 2009. Había 218.599 mujeres incluidas en este conjunto de datos. De éstas, alrededor del 7 % (14.542 mujeres) tenían discapacidades. Definimos “discapacidad” como tener una o más afecciones crónicas que pueden causar limitaciones funcionales importantes. Utilizamos cuatro categorías principales de discapacidad: afecciones circulatorias, otros diagnósticos físicos, afecciones sensoriales y discapacidades cognitivas y psiquiátricas (discapacidades psiquiátricas, intelectuales y del desarrollo). Los participantes podrían tener un solo tipo de discapacidad o más de una (por ejemplo, dos discapacidades físicas o una afección cognitiva o psiquiátrica y un diagnóstico físico).

A partir de los datos del PELL, que incluían información sobre el motivo y la gravedad de las visitas, aprendimos por qué se llevaba a los niños a la sala de emergencias.

La información demográfica proviene de las partidas de nacimiento de los niños, e incluía:

  • La edad, educación, raza o etnia y el seguro médico de la madre en el momento del parto
  • Posibles partos múltiples, nacimientos prematuros, tamaño pequeño para la edad gestacional y problemas congénitos

Bibliografía

  1. Horner-Johnson, W., Biel, F.M., Darney, B.G., Caughey, A.B. (2017). Time trends in births and cesarean deliveries among women with disabilities. Disability Health Journal, 10(3), 376-381.
  2. Mitra, M., Clements, K.M., Zhang, J., Iezzoni, L.I., Smeltzer, S.C., Long-Bellil, L.M. (2015). Maternal characteristics, pregnancy complications, and adverse birth outcomes among women with disabilities. Medical Care, 53(12), 1027-1032.
  3. Morton, C., Le, J.T., Shahbandar, L., Hammond, C., Murphy, E.A., & Kirschner, K.L. Pregnancy outcomes of women with physical disabilities: A matched cohort study. PM&R: The Journal of Injury, Function, and Rehabilitation, 5(2), 90-98.
  4. American Academy of Pediatrics, Task Force on the Family. (2003). Family pediatrics: report of the Task Force on the family. Pediatrics, 111: 1541 – 1571.
  5. Adaptado de: Clements, K. M., Zhang, J., Long-Bellil, L. M., & Mitra, M. (2020). Emergency department utilization during the first year of life among infants born to women at risk of disability. Disability and Health Journal, 13(1), 100831. https://doi.org/10.1016/j.dhjo.2019.100831

DESCARGO DE LA RESPONSABILIDAD: El Centro Nacional de Investigación para Padres con Discapacidades recibe financiamento del Instituto Nacional para la Discapacidad, la Vida Independiente y la Investigación de Rehabilitación (NIDILRR, por sus siglas en inglés), Subvención # 90DPGE0001. Las opiniones y conclusiones en este informe son exclusivamente nuestras, y no se debe interpretar como representivas del Instituto Nacional para la Discapacidad, Vida Independiente y la Investigación de Rehabilitación.